El ferrocarril de ancho métrico de San Cristobal a Tucumán fue concedido a Portalis frères, Charbonnier y Compañia el 21 de octubre de 1887, transferido una primera vez a la compañía
de Fives-Lille en mayo de 1888, y nuevamente transferido a la Compagnie française des Chemins de Fer en Argentina en julio de 1889, quien le construyo y le inaugura.En 1896, el estado argentino adquiere este
ferrocarril, denominado Ferrocarril Central Norte, sección Sur.
La locomotora que podemos apreciar en las siguientes
dos fotografías recuperadas, fue fabricada por la compañía francesa Five-Lille
en 1891 para trocha métrica.
Según la investigación realizada, esta vaporera
perteneció a la Compañía Francesa de los Ferrocarriles de la Provincia de Santa
Fe bajo el número 107 y vendida al Ferrocarril San Cristóbal a Tucumán en 1894.
El 14 de diciembre de 1946, el gobierno nacional firmó
el convenio de compra de los ferrocarriles de capital francés.
El 1º de marzo de 1948 se realizó el acto simbólico de
la toma de posesión de los ferrocarriles y todo el material rodante quedó bajo
la órbita del Ferrocarril General Manuel Belgrano.
Como podrá apreciarse en las fotos (que datan de mas
de 50 años de su fabricación), fue restaurada allá por 1952. Ya con el número
4107 seguramente para trabajos de maniobras internos en el predio de los
Talleres Laguna Paiva o trayectos cortos, funcionando con su ténder repleto de
leña.
Desconocemos los motivos de su restauración pero por
el estado de funcionamiento que se ve en las fotos esta locomotora continuó
operativa dentro de los Talleres o tal vez, fue un trabajo encargado para otro
lugar de la amplia red de vías de trocha métrica de nuestro país.
Como la mayoría de las locomotoras a vapor que
quedaban operando en el FC Belgrano se apagaron en la década del 70, muy pocas
fueron conservadas, en su mayoría fueron radiadas o abandonadas en distintos
puntos de la red ferroviaria. No encontramos registros gráficos actuales que
puedan demostrar que esta locomotora fue conservada como pieza de museo o
monumento histórico en algún punto del país, uno más de los tantos tristes
desenlaces que sufrieron estas máquinas que dieron vida a la economía nacional
y hoy solo podemos contentarnos con apreciar sus fotos.