Fue muy importante el trabajo realizado por los Ferrocarriles del Estado en relación con el cuidado del material rodante; esto permitió mantener la regularidad de sus servicios y el alto estándar de confort, de seguridad y comodidad que sus líneas ofrecían.
Los talleres de Tafi Viejo en la provincia
de Tucumán, Alta Córdoba y Cruz del Eje en la vecina provincia de Córdoba como
así también San Cristóbal y Laguna Paiva en nuestra provincia de Santa Fe,
permanentemente recibían locomotoras, vagones y coches de pasajeros
deteriorados o vencidos por el uso diario y eran repuestos o reparados en un mínimo de horas de trabajo.
Integraban los talleres numerosos cuerpos
de ingenieros, técnicos y obreros especializados encargados de ejecutar las
obras de reparación en la menor cantidad de tiempo posible, con esmerada
dedicación y cálculos de precisión.
El esfuerzo del obrero y la celeridad con
la que se impulsaba la elaboración del material rodante le han dado al país en
esos años la posibilidad de liberarse, hasta el
máximo posible, de recurrir a la importación en demanda de implementos y
materiales para la elaboración de
repuestos.
En los años previos a la estatización de
los ferrocarriles por parte del Estado argentino, podemos destacar algunos
datos sobre la producción desarrollada en cada uno de los talleres mencionados
anteriormente:
Los Talleres
de Tafi Viejo construían y reparaban locomotoras, coches y vagones. La
producción de sus diversas secciones rondaba alrededor de 22 locomotoras por
mes, 22 coches en igual periodo de tiempo y 6 vagones por día.
En los Talleres de Alta Córdoba se hacían reparaciones de la misma índole
y su producción era de alrededor de 12 locomotoras y 12 coches por mes y 6
vagones diarios.
Los Talleres
del San Cristóbal se dedicaban a la reparación de coches motores. Su
producción era de 6 a 7 coches por mes.
Los Talleres
de Laguna Paiva se dedicaban exclusivamente a la reparación de vagones,
razón por la cual su producción alcanzaba los 12 vagones por día.
Los Talleres
de Cruz del Eje estaban destinados al trabajo de reparación de locomotoras
y de coches. Su producción era de 6 locomotoras y 6 coches por mes.
Existían en la extensa red de vías numerosos talleres dedicados a reparaciones menores, cuya labor permitía a los Ferrocarriles del Estado sostener su equipo en perfectas condiciones de tráfico.